En el 2005, Lauren Coleman, estudiante en la Universidad de Illinois, recibió una inesperada orden extra junto a sus papas fritas en el local de Illini Union. En el momento que se aprestaba a comer, se encontró con una tirita usado entremedio de sus papas. Comprensible mente en shock y molesta, fue a reclamarle al jefe de local, quien tuvo la prestancia para darle a Coleman un nuevo plato y devolverle su dinero.
En 2006 el entrenador de futbol Todd Haley — en aquél entonces asistente del técnico de los Dallas Cowboys — se llevó a casa una ensalada para su esposa y la empleada de la casa. Después de haberse comido la mitad de la “opción saludable”, las dos mujeres encontraron un elemento extra entre las hojas de lechuga que de saludable tenía bien poco. Un ratón muerto, de al menos unos 15 centímetros. El descubrimiento los dejó con el miedo de haber contraído una enfermedad. Después de que uno de los jefes del McDonald’s texano acudiera a investigar y – de acuerdo a la familia – “no ofreciera ninguna comodidad”, Haley puso una demanda contra la cadena por 1.7 millones de dólares por daños y perjuicios. El caso finalmente se resolvió antes del juicio por una cifra que se desconoce.
Una niña de 7 años en Fribourg, Suiza el 2009, abrió su “Cajita Feliz” y al empezar a sacar papas se encuentra nada menos que con un condón. La madre enojada llamó de inmediato a la policía, que en este caso lanzó una investigación al respecto para obtener detalles de cómo llegó eso ahí. El preservativo fue llevado al laboratorio forense para ver si suponía un riesgo para la salud. El dueño de McDonald's tuvo una reunion privada con la madre tras la cual ella no demando, se cree que la ofrecieron una gran cantidad de dinero por su silencio.
A.Q